El uso del GLP o Autogás como combustible alternativo es bastante dispar en los distintos países de la Unión Europea. Mientras algunos, como Polonia o Italia, cuentan con grandes avances en este sentido, otros como España permanecen a la cola. ¿A qué se debe esta desigualdad, cuando el efecto de reducción de emisiones es común?
Para responder a esta pregunta, la Asociación Europea del GLP ha elaborado el informe “Common misconceptions about Autogas”, en el que aclara algunos de los conceptos erróneos que giran en torno a este combustible alternativo. De hecho, según esta asociación, en Europa hay más de 8,5 millones de vehículos que circulan con GLP, ya sea a través de compra nueva directa o mediante conversión a GLP.
Sin embargo, la legislación europea no suele tener tan en cuenta al Autogás como cabría esperar, impidiendo a muchos conductores conocer esta opción de combustible alternativo. Una solución que, para numerosas personas, puede ser clave en un escenario en el que se empieza a poner trabas a los motores de combustión, pero donde todavía no se tiene claro hacia qué combustibles sostenibles vamos a dirigirnos.
Infraestructura para repostar Autogás en Europa
Uno de los aspectos del que más se suele hablar en lo que respecta a los coches de GLP es si hay suficientes estaciones de servicio para repostar o no. En este sentido, la Asociación Europea del GLP destaca que, solo en el continente europeo, hay 30.719 puntos de suministro de Autogás, que se elevan a más de 81.000 en todo el mundo. Además, destaca especialmente tres países:
- En Polonia, el 81% de las más de 9000 estaciones de servicio ofrecen Autogás.
- En Italia, hay 4.600 estaciones de autogás, lo que supone el 22% del total. En este país, además, hay una clara apuesta por el GLP desde las propias instituciones, lo que ha potenciado mucho su crecimiento.
- En Francia, ya hay más de 1.500 puntos de suministro, que representan cerca de una sexta parte del total de la infraestructura.
¿Cuál es la situación de España? Actualmente, hay más de 800 puntos de suministro de Autogás o GLP, una cifra que ha ido aumentando progresivamente durante los últimos años.
Registro de vehículos con combustible alternativo
Otra de las falsas creencias en torno a los vehículos con GLP es que no hay apenas matriculaciones. Sin embargo, tal y como recoge el informe, a lo largo del año 2023, se han lanzado al mercado 29 nuevos modelos de coches de autogás de la mano de algunos de los principales fabricantes, como Renault, Dacia, Kia, Fiat o Lancia. No solo eso, sino que 7 de cada 10 de los grandes fabricantes de vehículos cuenta con modelos de GLP en su catálogo.
- En Italia, el autogás es el combustible alternativo más popular, siendo cerca de 2,9 millones de vehículos los que lo tienen a día de hoy. Esta cifra supone el 52% de la flota de vehículos que circula con combustibles alternativos. De hecho, solo en 2022, más de 47.000 coches se adaptaron a GLP en este país, y más de 118.000 se matricularon nuevos. Y, en el primer semestre de 2023, las matriculaciones ascendieron a más de 77.000, mientras que las conversiones rondaron las 16.000.
- En Francia, durante el primer semestre del año pasado, se registraron más de 34.000 nuevos vehículos de GLP, lo que supone un crecimiento del 40% en comparación con el año anterior.
- En Polonia, el porcentaje de turismos que circulan con combustible alternativo alcanzó el 16,3% en 2021, debido, sobre todo, al elevado número de conversiones a GLP que se realizan en este país.
En España, el incremento de las conversiones a GLP en 2022 frente al año anterior fue del 36,5%. Y, en 2023, la previsión es que este incremento sea de alrededor del 8,5%.
Seguridad del GLP
Otra de las preocupaciones que tienen muchos conductores que se plantean transformar su coche a GLP es la seguridad. Sin embargo, el autogás es un combustible alternativo que no es tóxico, tampoco es corrosivo y es indisoluble. En este sentido, repostar y circular con GLP no supone más riesgo que hacerlo con gasolina o diésel.
De hecho, en la mayoría de países europeos, los coches de GLP cuentan con los mismos estándares de seguridad que los de combustión convencionales. En España, por ejemplo, se someten a pruebas adicionales para garantizar la máxima seguridad posible, una prueba de incendio y una prueba de choque.
Y, tal y como recoge este informe, si se instalan correctamente, los depósitos de GLP pueden incrementar la integridad estructural del vehículo. Principalmente, porque son 20 veces más resistentes a los pinchazos que los depósitos de gasolina, y están diseñados para soportar más presión.
En definitiva, el uso del GLP como combustible alternativo está muy supeditado a las regulaciones y visibilidad que cada país quiera darle. En España hay una apuesta clara (y, casi, única) por la electrificación, lo que impide a muchos conductores conocer otras alternativas que pueden solucionar el dilema actual al que se enfrentan.
Hoy en día, y ante los anuncios y previsiones de la Unión Europea, muchas personas no saben si merece la pena comprar un coche nuevo, qué coche comprar, o qué hacer hasta que las tecnologías de movilidad del futuro estén más desarrolladas. El GLP es el combustible alternativo ideal para esta transición, y así lo refleja el impulso que le dan las instituciones de países como Polonia, Italia y, más recientemente, Francia.
Además, la conversión a GLP es una alternativa más económica y con la que puedes dar una segunda vida útil al vehículo. Es más, en España, la conversión a GLP de los coches gasolina posteriores a 2006 y de los diésel posteriores a 2016 permite obtener la etiqueta ECO, lo que garantiza que es un combustible con el que se reducen las emisiones contaminantes de forma inmediata.
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