El porcentaje de vehículos de combustión transformados a GLP a lo largo del año 2022 ha subido un 36,5% con respecto al dato registrado en 2021. En términos numéricos, y según estima la Asociación de Transformadores de Vehículos (ASTRAVE), el volumen total de vehículos transformados a GLP en 2022 en España es de 3.512. Esta tendencia consolida así el auge de la conversión a GLP como una de las alternativas de movilidad de transición más efectivas a día de hoy.
Toyota y Dacia lideran el ranking de las marcas de coches más transformadas durante 2022, una demanda que responde, en gran parte, a la necesidad que tienen las grandes flotas de taxis de implementar tecnologías de movilidad más sostenibles y eficientes.
No obstante, esta necesidad es cada vez más patente también entre los conductores particulares, desde que el pasado 1 de enero entrase en vigor la norma que obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a implementar, como mínimo, una Zona de Bajas Emisiones. Estas ZBE supondrán que, durante los próximos años, los vehículos más contaminantes estén sujetos a más restricciones de acceso, circulación y aparcamiento.
Una medida para obtener la etiqueta ECO en ciertos casos
En este sentido, todos los coches gasolina que estén matriculados a partir de 2006 y cumplan con la norma EURO 4 en adelante, pueden obtener la etiqueta ECO con la transformación a GLP. Un distintivo medioambiental con el que se aseguran no tener inconvenientes para acceder a las Zonas de Bajas Emisiones de aquí a los próximos años.
Además, repostar GLP supone un ahorro que puede llegar a ser del 35-40%, dependiendo de las características de cada vehículo, con respecto al precio actual de la gasolina.
Javier Navarro, presidente de ASTRAVE, asegura: “El GLP es una tecnología de transición necesaria en estos momentos para ir caminando hacia el escenario de descarbonización que plantea la Unión Europea. No obstante, hace falta un mayor compromiso por parte de las Administraciones españolas para concienciar a los conductores sobre la existencia de alternativas de movilidad más eficientes que la gasolina y el diésel para cumplir con dicho objetivo. El GLP es una de las más económicas y eficientes que se puede aplicar masivamente y que, además, permite dar una segunda vida útil a los vehículos, convirtiéndolos en más sostenibles”.
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