Con la llegada del verano, muchos conductores se enfrentan a una pregunta habitual: ¿merece la pena seguir invirtiendo en mi coche actual o ha llegado el momento de cambiarlo por uno nuevo, quizá más eficiente? En un contexto de precios de carburantes elevados, restricciones ambientales en muchas ciudades y un creciente interés por la movilidad sostenible, la respuesta no es tan sencilla. 

Sin embargo, hay una alternativa que muchos pasan por alto: transformar tu coche a GLP. A continuación, analizamos por qué esta opción puede ser especialmente interesante en verano, cómo se compara frente a la compra de un vehículo nuevo, y cuánto puedes ahorrar realmente si decides apostar por la transformación.

GLP: una solución cada vez más popular

El GLP es una alternativa real al uso exclusivo de gasolina o diésel. Su uso no es nuevo, pero en los últimos años ha ganado protagonismo gracias a su equilibrio entre eficiencia económica y menor impacto ambiental. 

Convertir un coche de gasolina a GLP permite circular con ambos combustibles, cambiando de uno a otro según convenga, lo que otorga una gran flexibilidad. Además, al emitir menos gases contaminantes, los vehículos transformados a GLP pueden disfrutar de etiqueta ECO de la DGT, siempre que cumplan con los requisitos adecuados, lo que supone ventajas fiscales, posibilidad de circular en zonas de bajas emisiones y menores restricciones en episodios de alta contaminación.

¿Y si en lugar de cambiar de coche lo transformo?

Ante el deseo de reducir el gasto en combustible o de tener un coche más limpio, muchos conductores consideran directamente la compra de un coche nuevo, a menudo híbrido o eléctrico. Sin embargo, eso implica una inversión importante, que muchas veces no se compensa en ahorro a corto o medio plazo.

Aquí es donde la transformación a GLP entra como una solución intermedia, inteligente y rentable. A continuación, comparamos las dos opciones más comunes:

Comparativa económica: coche nuevo vs. transformación a GLP

Opción 1: Comprar coche nuevo (híbrido o eléctrico)

  • Precio medio: entre 25.000 € y 35.000 €

  • Ahorro en combustible: depende del modelo, pero suelen ser bastante eficientes

  • Ventajas: tecnología nueva, etiqueta ECO o CERO

  • Inconvenientes: alta inversión inicial, incertidumbre sobre la depreciación, posibles esperas en el plazo de entrega

Opción 2: Transformar coche a GLP

  • Coste de transformación: entre 1.800 € y 2.500 €, según el modelo

  • Precio del GLP (julio 2025): ~0,95 €/litro (casi la mitad que la gasolina)

  • Ahorro medio anual en combustible: 700–1000 €, según el uso

  • Ventajas: se mantiene el vehículo actual, coste bajo, etiqueta ECO en muchos casos, ahorro inmediato

  • Inconvenientes: pérdida mínima de maletero (por el depósito), pequeñas adaptaciones mecánicas

Un ejemplo práctico: ¿cuánto se ahorra realmente?

Supongamos que un conductor recorre 15.000 km al año con un coche que consume 7 l/100 km.

  • Con gasolina a 1,75 €/l, el gasto anual es de 1.837 €.

  • Con GLP a 0,95 €/l, el gasto anual es de 997 €.
    Ahorro: 840 € al año.

Con este nivel de uso, la transformación se amortiza en apenas 2 o 3 años. Y, a partir de ahí, todo es ahorro.

Además, no hay que olvidar otras ventajas indirectas: menos impuestos en algunas comunidades, descuentos en peajes o aparcamiento, y acceso a zonas restringidas sin limitaciones.

¿Y el medio ambiente?

Aunque los coches 100% eléctricos son los grandes protagonistas del futuro sostenible, el GLP ofrece una solución inmediata y viable para el presente. Su combustión genera menos emisiones, menos óxidos de nitrógeno (NOx) y menos partículas en suspensión que los vehículos diésel y gasolina.

Por eso, muchos vehículos convertidos a GLP reciben la etiqueta ECO de la DGT, lo que les abre las puertas a medidas de movilidad más respetuosas y permite alargar la vida útil del vehículo sin renunciar a la conciencia ambiental.

¿Por qué es buena idea hacerlo en verano?

El verano es una época ideal para plantear la transformación por varias razones:

  • Mayor uso del coche: viajes largos, vacaciones, más kilómetros recorridos. Esto significa más ahorro potencial.

  • Subida estacional de carburantes: el precio de la gasolina suele repuntar en verano. El GLP sigue siendo más estable y económico.

  • Mayor disponibilidad de talleres: muchas empresas especializadas en transformación trabajan con más flexibilidad en estas fechas.

  • Preparación para el otoño/invierno: con zonas de bajas emisiones cada vez más activas, es un buen momento para adelantarse a posibles restricciones.

Conclusión: tu coche aún tiene mucho que ofrecer

En lugar de embarcarse en la compra de un coche nuevo, el verano puede ser el momento perfecto para apostar por una transformación inteligente a GLP. Por un coste muy inferior al de un coche nuevo, puedes ahorrar desde el primer día, reducir tu huella ambiental y seguir utilizando un vehículo que ya conoces y que sigue cumpliendo su función.

En un escenario donde cada céntimo cuenta, transformar tu coche puede ser la decisión más racional, ecológica y económica para disfrutar del verano —y del resto del año— con más libertad y menos preocupaciones.