Hace unas semanas, la DGT daba luz verde a un nuevo distintivo: la etiqueta roja. Un movimiento que, en plena incertidumbre sobre el futuro del etiquetado ambiental de la entidad, trae consigo numerosas dudas por parte de los conductores. En este artículo, te explicamos todo lo que debes saber sobre ella y qué vehículos están obligados a llevarla. 

De hecho, lo primero que debes tener en cuenta es que la etiqueta roja no es una etiqueta ambiental, como lo son las etiquetas B, C, ECO y CERO. Se trata de una etiqueta tecnológica, que indica aquellos vehículos que cumplen determinadas características en lo que a autonomía de conducción se refiere. 

Es decir, en la práctica, es una etiqueta que solo tendrán que llevar un número muy reducido de vehículos. Veamos cuáles.

¿Para quién es obligatoria la etiqueta roja?

Es una etiqueta que sirve para identificar a los vehículos autónomos que participen en ensayos de conducción autónoma. Es una etiqueta que surge como consecuencia del Programa Marco de Evaluación de la Seguridad y Tecnología de Vehículos Automatizados (Programa ES-AV). 

De esta forma, es un código que establece la DGT para permitir la circulación por territorio nacional de todos los vehículos automatizados o conducidos de forma remota que estén dentro de uno de los ensayos oficiales. 

Es decir, tendrán que llevar la etiqueta roja los vehículos autónomos que estén en fase de pruebas, ya sea mediante conducción autónoma o controlada desde una sala de mando, siempre y cuando estén dentro de un programa o ensayo autorizado por la DGT. 

Además, no todos los vehículos de conducción autónoma tendrán que llevarla. Su uso obligatorio se limita a aquellos que tengan niveles SAE 3, 4 y 5.

Un programa que se divide en 3 fases

El programa ES-AV incluye un total de 3 fases de pruebas en las que se pueden encontrar los vehículos adheridos:

  • Fase Controlada: se llevan a cabo ensayos en entornos cerrados y donde haya un conductor de seguridad. Aquí, en un mismo entorno operacional no habrá más de 3 vehículos.
  • Fase Extensiva: en este caso, la circulación se realiza en zonas reales donde hay poca densidad de tráfico. Durante esta fase, podrán simultanearse hasta 10 vehículos.
  • Fase Pre-despliegue: aquellos vehículos sin conductor que circulan en condiciones más parecidas a las reales, siempre bajo vigilancia remota. En este caso, la prueba se puede extender a más de 10 vehículos a la vez. 

¿Cómo solicitar la etiqueta roja?

Al no ser una etiqueta ambiental, no cualquier conductor podrá solicitarla, sino que serán los fabricantes de los vehículos, las empresas tecnológicas o aquellas autorizadas que participen en estos proyectos quienes lo harán. Es decir, solo podrán solicitarla las instituciones o empresas que tengan expresa autorización para ello. Al menos, de momento.

¿Dónde debe colocarse la etiqueta roja?

Al igual que sucede con las etiquetas ambientales, la etiqueta roja deberá colocarse en un lugar en el que sea plenamente visible para cualquier conductor, peatón o cámara de tráfico. 

¿Tiene efectos en las restricciones de tráfico?

No. La etiqueta roja no está sujeta a la normativa de emisiones, como sí sucede con las etiquetas B, C, ECO y CERO. Por lo tanto, llevarla no es un indicativo de que dicho vehículo tenga más o menos restricciones de tráfico. 

Habrá que esperar para ver cómo evoluciona la implementación de esta etiqueta a medida que avancen las pruebas de vehículos de conducción autónoma. Mientras tanto, la realidad es que el porcentaje de vehículos que la lleva en España es muy pequeño.