La conversión de vehículos gasolina a GLP, que hasta ahora ha sido más residual, está adquiriendo cada vez más peso gracias a las múltiples ventajas que ofrece. Especialmente, en un momento como el actual, en el que los turismos que no cumplan determinados requisitos, tienen los días contados para circular por las grandes ciudades. En este artículo, te mostramos una guía de buenas prácticas en la conversión a GLP. 

Transformar un vehículo gasolina a GLP es una tarea que debe realizarse, exclusivamente, por talleres homologados para ello. Además, cada coche es diferente, por lo que las circunstancias de la conversión no tienen por qué ser las mismas para dos vehículos. Esto hace que los conductores necesiten verificar, previamente, con su taller de confianza, la posibilidad de realizar la conversión a GLP. 

En cualquier caso, todos los talleres homologados y especializados para realizar este tipo de conversiones deberían atenerse a un código de buenas prácticas que, aunque no está plasmado por escrito de forma oficial, es clave para dar la confianza que necesitan los clientes. 

A continuación, resumimos cuáles son las acciones que cualquier taller especializado en transformaciones a GLP debería seguir. 

 

1. No generalizar sin ver la ficha técnica

Como hemos dicho, cada vehículo es diferente. Los talleres especializados en conversiones a GLP pueden darte una orientación sobre qué tipo de vehículos se suelen poder convertir, o te pueden especificar aquellos que, bajo ningún concepto, son susceptibles a la transformación. 

Sin embargo, necesitan la ficha técnica del coche para comprobar la casuística individual de cada vehículo y confirmar si existe algún motivo por el cual no se pueda realizar la conversión. Incluso si ya lo ha realizado con otros coches del mismo modelo, siempre es necesario presentar la ficha técnica para verificar la viabilidad. 

 

2. Definir los objetivos que tiene el cliente con la conversión a GLP

Hoy en día, son muchos los usuarios que deciden transformar su coche a GLP, pero no todos lo hacen con la misma motivación. Es importante que el taller logre entender cuál es el objetivo del cliente con dicha transformación. Las razones varían, y dependiendo de cuáles sean, será necesario por parte del taller confirmar la viabilidad, o no, de la transformación.

Veámoslo con algunos ejemplos ficticios para entender mejor cómo puede variar la situación una motivación u otra:

  • Si el cliente opta por la conversión a GLP para conseguir la etiqueta ECO, es importante comprobar si el vehículo puede obtenerla una vez esté transformado o no. Hay que tener en cuenta que, ante las futuras restricciones para vehículos de etiquetas como la B, es lógico que haya una mayor demanda de conversiones a GLP. Sin embargo, ningún coche con etiqueta B puede obtener la etiqueta ECO aunque se realice la transformación en él, así que es importante que el cliente lo entienda.
  • En caso de que la motivación principal sea el ahorro económico, cabe destacar que no todos los vehículos transformados tienen el mismo porcentaje de ahorro. Este depende del tipo de combustible que utilizase, del número de kilómetros que recorra y del consumo del propio coche.

 

3. Asesorarle de manera transparente

En línea con el punto anterior, el taller homologado para realizar la conversión a GLP debe asesorar a los clientes de forma honesta y transparente, siendo sinceros sobre la viabilidad o la rentabilidad de realizar la conversión. El desconocimiento sobre esta alternativa es elevado, lo que lleva a muchos usuarios a acudir a un taller decididos a transformar el vehículo sin saber si es posible o no. 

Por tanto, una de las buenas prácticas que destacamos, en este sentido, es la información honesta, veraz y transparente. Asimismo, esta filosofía también es clave para ganar la confianza de los clientes, que no se sentirán engañados en ningún momento.

 

4. Explicar la transformación de manera clara

Una vez el cliente se decide a realizar la transformación, conviene explicársela de forma que la entienda claramente, para que tenga conocimiento de qué es lo que se va a instalar en su coche. Además, esto permite a los talleres que el cliente sepa qué piezas toca y cuáles no tiene que tocar, en caso de que el coche muestre fallos futuros que no estén relacionados con la conversión. 

También es importante, en las conversiones a GLP, detallar la seguridad que ofrece el uso de los depósitos GLP a la hora de conducir. Al tratarse de gas, es habitual que muchas personas que no saben cómo funciona sientan más inseguridad, y es el taller quien debe explicarles por qué las conversiones a GLP son igual de seguras, o más, que la conducción con un motor de combustión habitual. 

 

5. Utilizar kits que estén homologados

Cada taller especializado suele trabajar con una o varias marcas de fabricantes de kits GLP, y es conveniente que trabajen con aquellas que les ofrezcan más garantías de funcionamiento, calidad y seguridad. En cualquier caso, el requisito indispensable es que sean componentes que estén homologados según la legislación y normativa vigente

 

6. Probar el vehículo ya transformado

Una vez se haya realizado la instalación, siempre es interesante que el taller compruebe que todo funciona correctamente. De esta forma, es más sencillo detectar posibles anomalías y corregirlas antes de realizar la entrega final al cliente. 

 

7. Otorgar la documentación final

Por último, y siguiendo con la misma línea de transparencia, el taller debe tener a disposición del cliente toda la documentación que acredite que todos los componentes que ha utilizado están homologados y cumplen con la normativa actual. 

La conversión a GLP es una alternativa de movilidad sostenible que se encuentra en pleno auge y, como tal, todavía hay un gran desconocimiento por parte de la población mayoritaria. Por ello, es fundamental que las empresas y los talleres especializados en este tipo de transformaciones sigan este código ético de buenas prácticas, con el fin de dar a conocer por qué la conversión a GLP es la alternativa de transición más interesante hoy en día.