La Asociación de Transformadores de Vehículos (ASTRAVE) estima que el año 2023 cerrará con 3.800 transformaciones a GLP, aproximadamente. De cumplirse esta estimación, el incremento de conversiones a GLP en 2023 sería de un 8,5% con respecto a 2022, año en el que ya se registró un volumen de transformaciones un 36,5% superior al anterior.

Estos datos evidencian la consolidación del GLP como combustible alternativo en un momento en el que todavía se están desarrollando las tecnologías de movilidad del futuro. El GLP es una opción que permite reducir las emisiones contaminantes de forma inmediata con respecto a las emisiones de los vehículos diésel y gasolina. 

De hecho, el incremento de transformaciones a GLP va en línea con el aumento de las matriculaciones y ventas de coches de gas que se ha registrado este año en España. Solo en el mes de octubre, las ventas de coches de gas aumentaron más del 200%. 

Aún así, habrá que esperar a que termine 2023 para confirmar las previsiones, puesto que los conductores que transformen su coche gasolina a GLP antes del 31 de diciembre de 2023, pueden aprovechar los 200 euros de descuento en carburante Repsol AutoGas. Si realizan la transformación en uno de los talleres de ASTRAVE antes de que termine el año, pueden solicitar esta bonificación.

 

El ahorro y la etiqueta ECO, principales motivaciones para transformar el coche a GLP

El precio del GLP es notablemente inferior al precio de la gasolina o el diésel, ya que se mantiene por debajo de 0,95 euros el litro. Una diferencia que, a muchos conductores, les supone un ahorro que oscila entre el 25 y el 35%, dependiendo de las variaciones de precio de la gasolina y el diésel. Por lo tanto, es una alternativa que permite un importante ahorro mensual a la hora de repostar. 

Por otro lado, la transformación a GLP permite a muchos coches obtener la etiqueta ECO. Concretamente, a los vehículos gasolina que cumplan la norma EURO 4 (matriculados a partir de 2006), y a los diésel EURO 6 (matriculados a partir de 2016). De esta forma, muchas de las personas que vivan en grandes núcleos urbanos o que suelan transitar por Zonas de Bajas Emisiones, pueden conseguir la etiqueta ECO para circular sin restricciones sin necesidad de cambiar de vehículo. 

Esto, además, permite dar una segunda vida útil al coche, contribuyendo a una economía circular con la que se reducen los residuos y se mejora la calidad de las emisiones. Asimismo, la conversión a GLP implica que se duplica la autonomía del vehículo, puesto que el coche puede circular indistintamente con gasolina o GLP, aprovechando la capacidad de ambos depósitos.