Tras varias semanas de incertidumbre, la Comisión Europea se ha pronunciado, finalmente, sobre una de las cuestiones de actualidad: el impuesto al diésel. ¿Qué va a suceder finalmente con este impuesto? ¿Cómo va a afectar a los conductores habituales? ¿Y a los transportistas profesionales? 

A lo largo de este artículo vamos a resolver algunas de las dudas más comunes con respecto al impuesto al diésel. Y, además, vamos a contextualizar en qué consiste este gravamen y por qué ha suscitado tanta polémica. 

¿Qué es el impuesto al diésel?

Empecemos por el principio, definir a qué nos referimos cuando hablamos del impuesto al diésel. Se trata de una medida de carácter estatal cuyo objetivo es equiparar el precio del diésel al de la gasolina suprimiendo la bonificación de la que, hasta ahora, se beneficiaba. 

Así, el precio del diésel en poste subiría, aproximadamente, 10 céntimos por litro, igualando al precio actual de la gasolina. A efectos prácticos, supondría que llenar el depósito de diésel sería unos 6 euros más caro de lo que ha sido hasta ahora. 

¿Cuándo entra en vigor el impuesto al diésel?

La siguiente gran cuestión de la que ahora hay novedades tiene que ver con la fecha en la que entraría en vigor esta norma. Cabe destacar que es una propuesta que se realizó a la Comisión Europea en 2022, en plena negociación de los fondos de recuperación tras la pandemia. 

Ahora, la Unión Europea ha otorgado una prórroga de tres semanas para que se apruebe esta medida, marcando como fecha límite el 11 de abril. En principio, la fecha en la que la Comisión iba a revisar el cumplimiento de este y otros más de 80 objetivos era el 21 de marzo, si bien se ha extendido tres semanas más tras la petición de las instituciones españolas. 

¿A quién afectará el impuesto al diésel?

Otro aspecto importante y que genera muchas dudas es si el impuesto al diésel afectaría por igual a todos los conductores. La respuesta, en principio, es que no. 

La previsión es que la subida del impuesto no afecte ni a los transportistas ni a los conductores profesionales que utilicen gasóleo B bonificado. No obstante, habrá que esperar para comprobar cómo se aprueba finalmente y si estas exenciones se mantienen.

¿Qué pasa si no se cumple el plazo?

Una de las cuestiones que es importante analizar es qué consecuencias tendría el no cumplimiento del plazo que ha dado la Unión Europea para activar la subida del impuesto al diésel. 

Se trata de una de las medidas pactadas en su momento con la Unión Europea para recibir el pago de una partida de fondos europeos. Concretamente, formaría parte de los objetivos planteados para el quinto pago del plan de recuperación.

Ahora bien, en caso de que España no cumpliese con el plazo marcado por la Unión Europea, no se procedería a retirar de golpe los 23.900 millones que forman parte del desembolso global, sino que se descontaría una parte de dicha cantidad. 

¿Qué postura tiene el sector del transporte?

Ante este posible escenario de subida de impuesto al diésel, las reacciones de las asociaciones profesionales de transportistas no se han hecho esperar. En líneas generales, rechazan cualquier subida impositiva que se traduzca en una subida de los costes. De hecho, aseguran que, de ser así, no descartarían convocar diversas movilizaciones de protesta. 

Por lo tanto, habrá que esperar para confirmar, primero, si España cumplirá el plazo marcado por la Unión Europea. Y, segundo, para comprobar cómo se llevará a cabo esta medida y si las exenciones a los transportistas profesionales se mantendrán.