Hace algunas semanas nos despertábamos con la noticia de que el Ejecutivo había aprobado el Proyecto de Ley de Movilidad Sostenible. A la espera de su aprobación definitiva por las Cortes Generales, que previsiblemente tendrá lugar en 2023, no está de más revisar qué implicaciones tendrá y cuáles son las claves que marcarán la transición hacia un escenario de movilidad responsable. 

Son muchos los aspectos que trata la nueva Ley de Movilidad Sostenible, aunque todos ellos persiguen un objetivo común, alineado con el que ha marcado la Unión Europea: promover la descarbonización y la digitalización del transporte para luchar contra el cambio climático y reducir la emisión de gases de efecto invernadero. 

Para ello, se basa, principalmente, en cuatro ejes estratégicos que analizaremos en detalle a continuación. La previsión es que la Ley termine de tramitarse a lo largo de este año y entre en vigor en 2024, un año de suma importancia, puesto que uno de los horizontes más cercanos que contempla la Unión Europea para empezar a notar efectos positivos a nivel medioambiental es 2025.

 

Los cuatro ejes de acción de la nueva Ley de Movilidad Sostenible

El texto al que ha dado luz verde el Gobierno, y que ha contado con una importante participación ciudadana, se sustenta en 4 grandes pilares:

  1. Reconocimiento de la movilidad como un derecho social y un factor de cohesión comunitaria. Por ello, deberá ser accesible e inclusiva para todas las personas, ya sea en el ámbito urbano o en el rural. 
  2. Descarbonización del sector y reducción de emisiones contaminantes para mejorar la calidad del aire, especialmente, en los grandes núcleos urbanos.
  3. Innovación y digitalización del sistema, para lo que se contempla la creación del Espacio Integrado de Datos de Movilidad, cuyo objetivo es aglutinar todos los datos que permitan mejorar la planificación de infraestructuras.
  4. Optimizar el gasto en transporte y movilidad, incluyendo herramientas que incentiven el peso de la participación pública y la transparencia en este proceso.

 

¿Qué es el Sistema Nacional de Movilidad Sostenible?

Otra de las novedades que trae consigo este proyecto de ley es la creación del Sistema Nacional de Movilidad Sostenible, un espacio que centralice la toma de decisiones conjuntamente entre el Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos. Para ello, se contemplan diferentes herramientas:

  • Foro Administrativo de Movilidad Sostenible, un espacio cooperativo entre todas las administraciones.
  • Órgano consultivo para facilitar la cooperación de las administraciones tanto con los profesionales del sector del transporte y los usuarios. 
  • Espacio Integrado de Datos de Movilidad como gran centro de datos del sector.
  • Documento de Orientaciones para la Movilidad Sostenible, un documento que ayudará a planificar las infraestructuras urbanas y rurales para lograr una movilidad sostenible general.

 

¿Qué medidas empezaremos a ver este año?

Dentro del texto provisional de la Ley de Movilidad Sostenible, hay algunas acciones e iniciativas propuestas cuyos efectos ya se empiezan a notar. La más importante tiene que ver con la obligatoriedad de implantar, al menos, una Zona de Bajas Emisiones en los municipios de más de 50.000 habitantes. Esto afecta a 149 municipios en toda España, que deberán aplicar ciertas restricciones de tráfico, acceso y circulación, en estas áreas catalogadas como ZBE. 

Por otro lado, la Ley de Movilidad Sostenible anima a cumplir otra serie de medidas. Una de las más polémicas es la obligación de que aquellas empresas que tengan más de 500 trabajadores por centro, o 250 por turno, cuenten con planes de movilidad sostenible que permitan que sus empleados aboguen por fórmulas de movilidad más eficientes y menos contaminantes. 

Asimismo, deja abierta la posibilidad de que, aquellos ayuntamientos que así lo estipulen, incorporen un peaje para circular por el centro de las ciudades. No obstante, no parece que esta medida vaya a ser de gran aplicación, al menos, de momento. 

 

¿Por qué la conversión a Autogas es la mejor alternativa inmediata?

A pesar de que esta Ley no se encuentra aprobada por completo, se espera que entre en vigor el próximo año. Un plazo de tiempo demasiado corto como para que los usuarios dispongan de un amplio abanico de alternativas de movilidad sostenible eficientes y efectivas en menos de un año.

En este sentido, la conversión de los turismos de gasolina a GLP se postula como una de las opciones más económicas, sostenibles y factibles a día de hoy. En primer lugar, porque los vehículos de gasolina matriculados a partir de 2006 que decidan convertirse a GLP obtendrán la etiqueta ECO gracias a la drástica reducción de emisiones contaminantes. Este distintivo ambiental les permitirá moverse con total libertad por las Zonas de Bajas Emisiones; y no solo ahora, sino de cara a los próximos años, a medida que las restricciones a las etiquetas B y C se vayan endureciendo.

Además, es una alternativa de baja inversión si la comparamos con la compra de un vehículo híbrido nuevo, puesto que la conversión tiene un precio que oscila entre 1.500 y 2.000 euros, aproximadamente. Por no hablar de que es una alternativa más eco-friendly, puesto que se le da una segunda vida útil a un vehículo en lugar de desecharlo. 

Por último, la vertiente del ahorro adquiere un gran protagonismo. En un momento en el que el precio de los combustibles ha subido hasta niveles inauditos a día de hoy, repostar GLP puede suponer un ahorro del 40% frente a repostar gasolina. Por tanto, la conversión a GLP es una alternativa sostenible y económica que, si bien seguirá evolucionando en el futuro, supone dar un paso de gigante en la actualidad frente a los combustibles tradicionales.