El invierno ha llegado. Cuando parecía que íbamos a vivir un verano prolongado casi hasta Navidad, nos hemos dado de bruces con la realidad. La bajada de las temperaturas en todo el territorio nacional ha sido bastante repentina, evidenciando un paso cada vez más acusado de temperaturas más altas de lo habitual a valores radicalmente más fríos. En estos casos, es inevitable preguntarse qué podemos hacer para evitar que los coches expuestos al aire libre sufran lo menos posible en la época de invierno.

Partimos de la base de que lo ideal, en todos los casos, es mantener el coche bajo resguardo cuando está aparcado. Sin embargo, no todas las personas tienen esta posibilidad; muchas deben conformarse con que su coche “duerma en la calle”, una expresión coloquial con la que nos referimos a los vehículos que carecen de garaje, aparcamiento o tejado para protegerse del frío.

En estos casos, es especialmente importante realizar un buen mantenimiento del vehículo para reducir al máximo el desgaste que sufre. Especialmente, en épocas y regiones en las que hay una gran amplitud térmica entre el día y la noche. 

Y es que el motor del coche, al igual que cualquier pieza o artefacto electrónico, no escapa al deterioro que producen los cambios bruscos y continuos de temperatura y humedad. A continuación, te damos algunos trucos que puedes poner en práctica para garantizar el mayor cuidado posible de tu vehículo en esta época del año.

Revisa el líquido refrigerante

Una de las acciones imprescindibles para proteger tu coche del frío es asegurarte de que el líquido refrigerante está en el nivel óptimo. También es importante comprobar que no esté caducado, en cuyo caso pierde efectividad y, por tanto, en la práctica el resultado es el mismo que si no hubiera líquido. 

Para saber si el líquido refrigerante está en buenas condiciones, puedes fijarte en su color. Si tiene un color intenso, es una buena señal. En cambio, si lo ves demasiado transparente o, por el contrario, muy oscuro, es aconsejable renovarlo. 

Arranca suavemente el coche

La batería es una de las piezas que más fácilmente se puede estropear debido a la exposición del vehículo a bajas temperaturas. Por ello, aunque es difícil evitar que su vida útil se reduzca en comparación con la que tienen las baterías de los coches que duermen en interior, hay una serie de aspectos que conviene tener en cuenta.

Por ejemplo, procura no arrancar el coche de golpe, sino mantenerlo con el motor encendido durante un par de minutos antes de empezar a circular. De esta forma, la batería se va calentando progresivamente, lo que evita que tenga que hacer un sobreesfuerzo para comenzar a rodar cuando todavía está demasiado fría. 

Además, si el aceite o el líquido de frenos están demasiado fríos, el vehículo puede sufrir daños en el circuito eléctrico. Y, al igual que es importante no arrancar y circular de golpe, también debes procurar no acelerar bruscamente durante los primeros minutos de la marcha, sino mantener una conducción suave.

Rellena con líquido limpiaparabrisas, no solo con agua

Aunque parezca un detalle nimio, hay una gran diferencia entre utilizar líquido limpiaparabrisas y rellenar el conducto solo con agua. El motivo es que este líquido contiene determinadas sustancias anticongelantes, mientras que utilizar solo agua puede provocar que esta se congele. 

Hablando sobre el limpiaparabrisas, es recomendable que la goma que tienen en la parte inferior no quede directamente pegada al cristal, sino ligeramente levantada. De lo contrario, ante una posible congelación de la luna, te resultará más difícil separar el limpiaparabrisas de la misma. 

Controla los neumáticos

Por si no lo sabías, las ruedas pueden perder elasticidad de forma muy considerable si la temperatura se sitúa por debajo de los 10 ºC, lo que puede restarles efectividad, potencia y adherencia al asfalto a la hora de circular. Por otro lado, es frecuente que, en épocas de bajas temperaturas, la presión de los neumáticos también baje, así que es conveniente revisarlos de manera habitual. 

Cubre tu vehículo con una lona aislante

Parece un consejo muy obvio, pero la realidad es que no hay muchas personas que lo pongan en práctica. En la mayoría de los casos, por la pereza que suele dar poner y quitar la lona todos los días. Sin embargo, es muy recomendable hacerlo. Hoy en día es fácil encontrar en el mercado lonas que actúan como aislantes térmicos

En vehículos bi-fuel, combina el GLP con gasolina

Una de las ventajas que solo tienen los turismos bi-fuel; es decir, aquellos que cuentan con un depósito de GLP alternable con el de gasolina, es que pueden aprovechar lo mejor de ambos combustibles. Si tienes un coche bi-fuel con GLP, recuerda que los vehículos AutoGas siempre arrancan en frío con gasolina, pasando automáticamente a GLP cuando el motor alcanza una temperatura cercana a los 40ºC, lo que ocurre en unos pocos segundos

Convierte tu vehículo a Autogas en un taller especializado

La conversión de un turismo gasolina a uno Autogas requiere una inversión económica relativamente baja si tenemos en cuenta el período en el que se amortiza. No obstante, asegúrate de realizarla en un taller especializado de confianza que trabaje con los mejores kits GLP. Es decir, un taller en el que sepas que el combustible alternativo que contiene el depósito que van a instalar en tu coche es de alta calidad. En invierno, tu coche lo agradecerá.

Como ves, hay formas de intensificar el mantenimiento de tu vehículo en invierno para tratar de mitigar los daños que sufre como consecuencia de las bajas temperaturas. Es probable que estos cuidados requieran más tiempo del que normalmente sueles dedicar al coche en otras épocas del año, pero mantener la constancia puede ser la clave para prolongar la vida útil de tu coche o no.