El uso del Gas Licuado de Petróleo (GLP) como combustible alternativo está muy consolidado en numerosos países, como Corea del Sur, Turquía, Italia o Rumanía. La necesidad de apostar por tecnologías de movilidad sostenible hace que un alto porcentaje de los vehículos que circulan en estos países lo hagan utilizando GLP como combustible, una tecnología más limpia, neutra y menos contaminante. 

En España, sin embargo, no es una de las opciones más masivas. En muchos casos, por desconocimiento sobre la misma, ya que desde las autoridades se está apostando todo a la electrificación, dejando de lado otras alternativas de movilidad sostenible que podrían facilitar la transición hacia un escenario de neutralidad climática. 

Sin embargo, en otros casos, existe una concepción errónea acerca del GLP y su uso como combustible alternativo. Por ello, en este artículo, vamos a desvelar cuáles son algunos de los mitos y verdades más interesantes sobre el GLP. ¡No te lo pierdas!

5 mitos sobre el GLP como combustible alternativo

Las falsas creencias sobre determinadas cuestiones relativas al GLP deben ser correctamente explicadas y aclaradas. A continuación, desgranamos 5 de los mitos más extendidos acerca del GLP como combustible alternativo:

 

#1: El GLP es tan contaminante como la gasolina o el diésel

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Falso. La conducción con sistemas bifuel (gasolina + GLP) o dual fuel (diésel + GLP) genera una reducción de emisiones y partículas contaminantes muy notable. De hecho, este es el motivo por el cual los vehículos con instalación de GLP pueden obtener la etiqueta ECO siempre que cumplan la norma EURO 4 (en el caso de los gasolina) o EURO 6 (los diésel). 

Es decir, los coches de gasolina matriculados a partir de 2006 que se transformen a GLP, y los diésel matriculados a partir de 2016 que realicen la conversión, obtendrán la etiqueta ECO. No hay que olvidar que este distintivo ambiental les permite la libre circulación, acceso y aparcamiento por las Zonas de Bajas Emisiones, áreas en las que los vehículos de combustión tradicionales tendrán muchos más inconvenientes. 

#2: Repostar GLP es más caro

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Falso. Pese a la volatilidad de los precios del mercado energético, el precio del GLP es muy inferior al de la gasolina o el diésel. De hecho, actualmente, el precio de la gasolina ronda 1,65 euros el litro, mientras que el del diésel se sitúa alrededor de 1,50 euros el litro. Por su parte, el GLP tiene un precio de 0,90 euros el litro. 

Además, hay que sumar las ventajas económicas promovidas por numerosos ayuntamientos a la hora de reducir el impuesto de circulación a todos aquellos vehículos que tengan la etiqueta ECO. 

#3: Transformar mi coche a GLP dañará el motor

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Falso. En primer lugar, porque la transformación de un coche a GLP no conlleva ningún cambio en el motor. Y, además, porque el GLP es un combustible que genera menos daño al motor que la propia gasolina, porque el motor se mantiene más limpio.Y, por tanto, su vida útil se alarga. Por otro lado, las transformaciones a GLP siempre deben realizarse en un taller especializado y con kits homologados para ello, en aras de garantizar la máxima seguridad del vehículo. 

#4: No tengo dónde repostar GLP

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Falso. La red de puntos de suministro de GLP sigue aumentando, y ya son más de 800 las estaciones de servicio españolas en las que hay un punto de suministro de GLP. Es cierto que son más numerosas en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla, pero, a día de hoy, es posible tener un vehículo GLP en prácticamente cualquier provincia española y disponer de una estación de servicio en la que poder repostar. 

En este sentido, no olvides que, en caso de que el depósito de GLP se vacíe, el vehículo no se detiene, sino que sigue funcionando con la gasolina o el diésel sin que notes nada. De ahí que la autonomía de los vehículos convertidos a GLP sea el doble que la de los vehículos de combustión convencionales, puesto que se suma la autonomía propia del depósito de gasolina con la del depósito de GLP.

#5: Voy a perder espacio en mi coche

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Falso. En la mayoría de los casos, el depósito de GLP se instala en el hueco habilitado para la rueda de repuesto, lo que hace que no perdamos ni un centímetro de espacio. Cuando esto sucede, además, lo habitual es que los talleres proporcionen un kit antipinchazos para sustituir a la rueda de repuesto.

En otros vehículos, el depósito de GLP también se puede instalar en la parte inferior del chasis, en cuyo caso tampoco habría pérdida de espacio. Por lo tanto, siempre que sea posible, el depósito de GLP se instala de manera que no reste espacio en el maletero. Únicamente en pocos casos en los que no cabe esta posibilidad puede haber reducción de espacio, pero el porcentaje es ínfimo.

La conversión de tu coche a GLP es una forma más sostenible, económica y eficiente de transitar hacia un escenario de movilidad sostenible total. Mientras avanzamos en la implementación masiva y accesible de otras alternativas, como el vehículo eléctrico o de hidrógeno, apostar por la transformación a GLP es una manera más económica de convertir tu coche en un vehículo sostenible, contribuyendo así a la reducción de emisiones y, por tanto, disminuyendo la contaminación.