Tras las elecciones europeas celebradas el pasado mes de junio, uno de los temas que más interés suscitó fue la movilidad sostenible y, especialmente, los cambios que llegarán finalmente en 2035. Ahora, semanas después, el tema vuelve a ser el foco de atención. En Astrave repasamos cuál es la situación actual y qué previsiones hay de cara a 2035.

Hace unos años, la Unión Europea se marcaba 2035 como el año en el que ya no se venderían más coches de combustión. El objetivo no es otro que acelerar la transición hacia una movilidad más sostenible y limpia, si bien la medida no fue igual de acogida por todos los sectores. 

La sociedad y las empresas saben que deben acometer una transformación para preservar nuestro entorno y el planeta. Sin embargo, surge la gran duda sobre si el planteamiento que hizo la Unión Europea, y que se puso en duda durante la campaña electoral de junio, es el correcto. 

Actualmente, estamos en un momento en el que nadie duda de la necesidad de transitar hacia la movilidad sostenible. Pero, en el sector del transporte y la automoción, surgen voces discordantes en lo que respecta al camino planteado para lograrlo. Todo ello con un horizonte en mente: 2035. 

 

¿Qué novedades hay sobre los objetivos de movilidad sostenible de 2035?

Recientemente, Ursula von der Leyen, que acaba de ser reelegida como presidenta de la Comisión Europea, ha matizado en qué punto se encuentra esta medida. Ha anunciado que la prohibición de vender vehículos nuevos de combustión interna a partir de 2035 no va a cambiar, pero ahora abre la puerta a los combustibles sintéticos, algo que, hasta ahora, se había descartado. 

De hecho, cuando se anunció esta medida por primera vez, países como Alemania plantearon la necesidad de incluir a los combustibles sintéticos como parte de la transición hacia la movilidad sostenible. En un principio, la Unión Europea no los había contemplado en su plan, pero eso parece haber cambiado tras las elecciones. 

Aunque todavía no ha confirmado qué papel desempeñarán los combustibles sintéticos en este nuevo escenario, la propia von der Leyen ha confirmado que se está considerando introducir una enmienda específica al reglamento para reforzar el rol de los e-fuels.

Asimismo, contemplaría la propuesta de utilizar combustibles alternativos de cero emisiones más allá de 2035. Y, para no desechar los vehículos anteriores que están en buen estado, podría plantear un mecanismo para que los coches de menos de diez años puedan convertirse para utilizar combustibles sintéticos mediante una sencilla adaptación del motor. En realidad, las empresas transformadoras de vehículos ya llevan a cabo dichas transformaciones, lo que permitiría aprovechar la infraestructura actual de numerosos talleres.

Cabe recordar que será en el año 2026 cuando se lleve a cabo una revisión de la legislación para evaluar la situación de los combustibles sintéticos y ver qué cabida tienen en el nuevo marco legislativo.

 

¿Cuál es el posicionamiento de las marcas de automoción?

A lo largo de todo este proceso, no son pocas las voces de expertos y grandes marcas dentro del sector de automoción que han dado su opinión. En general, hay una opinión compartida por las empresas fabricantes de vehículos: tal y como estaba planteada la primera propuesta, va a ser muy difícil que se cumpla con el calendario previsto para 2035. 

El diario El Español recoge las declaraciones de Luca de Meo, CEO de Renault, que explica que, al ritmo de ventas de coches eléctricos actual, será imposible cumplir con los objetivos propuestos por parte de la Unión Europea. 

En realidad, lo que piden las empresas de automoción no es una supresión de los objetivos, sino más flexibilidad en el proceso de transición. En lugar de introducir una medida tan drástica como la prohibición en un plazo de tiempo relativamente corto, las marcas abogan por un planteamiento más flexible y por una revisión de los plazos, siendo realistas con la evolución y desarrollo actual de las tecnologías de movilidad sostenible. 

En esta misma línea, De Meo admite que «todavía no estamos en la trayectoria correcta para lograr que los coches sean 100% eléctricos en 2035. Esa es la verdad». 

Por lo tanto, habrá que esperar para comprobar qué medidas se introducen en este sentido, pero todo parece indicar que el abanico de alternativas será más amplio de lo que actualmente es.