Hay un concepto que sobrevuela numerosas instituciones desde hace algún tiempo y que algunos ayuntamientos están planteando a futuro. Hablamos de la “ciudad de 15 minutos”, un término que, pese a que es bastante reciente, cada vez se escucha más entre los grandes ayuntamientos europeos. Pero, ¿qué es exactamente y por qué está en auge? En este artículo, analizamos todos los aspectos que debes saber acerca de la ciudad de 15 minutos.
En primer lugar, hay que definir qué es esto de la ciudad de 15 minutos. El término hace referencia a un planteamiento urbanístico basado en que, en cualquier ciudad, debe haber un edificio de servicio ciudadano a una distancia que se recorra, andando o en bici, en menos de 15 minutos, desde cualquier punto de la ciudad. Es decir, que los ciudadanos puedan llevar a cabo prácticamente todas sus actividades cotidianas sin gastar más de 15 minutos por trayecto.
Esta sería la definición genérica, pero hay que desgranar la importancia de cada concepto para saber por qué no hay nada escogido al azar. Así, convergen aquí los siguientes elementos relevantes:
- El concepto engloba a todos aquellos edificios que cubran las necesidades y servicios básicos para la vida de los ciudadanos. Es decir, centros de trabajo, colegios e institutos, hospitales, centros de salud, comercios, etc. Básicamente, podría entrar cualquier ubicación en la que se presten servicios a los ciudadanos.
- El tiempo de 15 minutos debe contarse siempre y cuando la distancia se recorra a pie o en bici, cumpliendo así el objetivo de apostar por fórmulas de movilidad sostenibles y accesibles.
- Esta regla debe cumplirse desde cualquier punto de cada término municipal, de forma que ningún ciudadano tenga que cambiar de ciudad o, incluso, de zona dentro de su propio municipio, para prácticamente nada.
- El origen del término “ciudad de 15 minutos” se debe a Carlos Moreno, profesor universitario especializado en ciudades y territorios del futuro. Los pilares de este término se centran en la conjugación entre economía y sostenibilidad, aplicándolos a la búsqueda de ciudades inteligentes o smart cities.
Sin embargo, no es un planteamiento nuevo. Ya a principios del siglo XX, el urbanista Clarence Perry introdujo lo que podría considerarse el germen de la ciudad de 15 minutos, al plantear cómo deberían ser, según él, los vecindarios.
Opiniones sobre las ciudades de proximidad
A lo largo de los últimos años se ha reactivado el debate acerca de si este modelo de ciudad es aplicable, o no, a cualquier núcleo urbano. Una de las personalidades que más está apostando por la conversión a una ciudad de 15 minutos es Anne Hidalgo, alcaldesa de París, si bien no es la única.
Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, también ha mostrado su interés en proyectar la ciudad de Barcelona urbanísticamente hacia este modelo. Y, en esta misma línea, encontramos el proyecto “Reinventing cities”, de C40, el Grupo de Liderazgo Climático, que anima a diversas ciudades a ejecutar las medidas y reformas necesarias para acercarse a este objetivo. De hecho, ya hay varios proyectos presentados en ciudades como Copenhague, Madrid, Barcelona, Lisboa, Roma, Bolonia o incluso Reykjavik.
Sin embargo, no todas las visiones acerca de la ciudad de los 15 minutos son positivas; también hay voces críticas que dudan de la efectividad de este planteamiento en los grandes núcleos urbanos. En realidad, las principales dudas que se generan entre determinados ámbitos sociales tienen que ver con la viabilidad de este concepto en zonas de la periferia o en pequeños núcleos de población más dispersos.
De hecho, el argumento principal de los detractores de la ciudad de 15 minutos especifica que ese concepto ya existe en muchas de las grandes ciudades actuales, como Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia, y que donde realmente es necesario es en áreas más pequeñas y deslocalizadas.
Por otro lado, la oferta de trabajo es otro de los principales hándicaps que algunas personas señalan. La dificultad de garantizar que todas las personas tengan su puesto de trabajo a menos de 15 minutos es muy elevada, algo que los defensores rebaten diciendo que muchos de los puestos se podrían desempeñar de forma telepresencial o híbrida.
El futuro de la aplicación del concepto ‘ciudad de 15 minutos’
Los pilares sobre los que se sustenta el concepto de “ciudad de 15 minutos” son la economía circular y la sostenibilidad de las ciudades, todo ello orientado al objetivo común de reducir la contaminación urbana, mejorar la calidad del aire y, con ello, la vida de los ciudadanos.
Sin embargo, cada ciudad es diferente y tiene unas condiciones que evidencian la necesidad de revisar cada proyecto de manera individual. El concepto de ‘ciudad de 15 minutos’ es un primer paso hacia un modelo urbanístico en el que impere la sostenibilidad a todos los niveles. No obstante, no en todas las ciudades se puede aplicar de la misma forma o al mismo tiempo. Y no en todas se necesitarán los mismos recursos.
Por tanto, la clave para que se consiga mejorar la vida de los ciudadanos reside, más bien, en el nivel de responsabilidad individual de cada ayuntamiento para adaptar sus circunstancias hacia un modelo de futuro pero con un planteamiento realista y factible. Quizá no se trata de prohibir el transporte, sino de repensar cómo ofrecer diversas alternativas de movilidad más sostenible de las que existen hoy en día, dando un abanico de opciones más amplio a quien lo necesite.
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