Estamos acostumbrados a referirnos a coches de segunda mano o de ocasión como alternativas más económicas de compra que los coches nuevos. Y, tradicionalmente, solíamos asociar, aunque de manera inconsciente, “segunda mano” con “malo”. Sin embargo, hoy en día esto ha cambiado radicalmente. Aunque los conceptos no significan exactamente lo mismo, lo cierto es que hoy, tener un coche de segunda mano o de ocasión se percibe como una alternativa más sostenible, por lo que la percepción de “coche de segunda” ha desaparecido. 

A decir verdad, los datos que refrendan esta cuestión son numerosos. En primer lugar, los vehículos con más de 10 años acaparan más del 60% de las ventas de coches de ocasión, lo que pone de manifiesto la cada vez mayor concienciación por parte de los usuarios. Por otro lado, la edad media de los turismos en España ha pasado, en un año, de los 13,2 años a los 13,5 años

Entre las razones principales que explican esta situación destaca la falta de componentes y piezas para fabricar coches nuevos, especialmente acusada tras la guerra entre Rusia y Ucrania; el elevado precio de la gasolina y el diésel; y las medidas que se están adoptando a nivel europeo para reducir la descarbonización en el sector del transporte. Estos factores son los que, principalmente, están sembrando más dudas a la hora de comprar un vehículo nuevo.

Sin embargo, los coches de ocasión o de segunda mano llevan implícito un significado que trasciende al hecho de que sean más económicos o que haya menos vehículos nuevos. Hablamos del reacondicionamiento de los vehículos, una alternativa gracias a la cual puedes dotar de una segunda vida útil a tu coche sin perder eficiencia o rendimiento.

Claves para entender qué es el reacondicionamiento de los vehículos

Aunque es bastante fácil intuir el significado, reacondicionar un coche significa realizar los ajustes necesarios para optimizar su funcionamiento y alargar su vida útil todo lo posible. Por lo general, el reacondicionamiento de vehículos es una acción por beneficio propio, siendo la persona o fabricante que reacondiciona quien también se beneficiará del vehículo. 

De hecho, cada vez son más las marcas que están apostando por reacondicionar sus coches con el fin de reducir la huella de carbono, como Renault o Toyota. Así, el reacondicionamiento de coches tiene un efecto win-win: los usuarios pueden obtener vehículos en perfecto estado por una inversión económica más reducida, y supone un riesgo mucho menor que la fabricación de uno nuevo para los grandes concesionarios. 

Por tanto, un coche reacondicionado no es lo mismo que un coche de ocasión. Mientras el coche de ocasión implica una compraventa de otro vehículo, un turismo reacondicionado consiste en transformar el mismo coche dotándole de los refuerzos y piezas necesarios para prolongar su vida útil. 

Reacondicionamiento de los vehículos: por qué es recomendable

La reutilización o el reaprovechamiento de los turismos conlleva una serie de ventajas que se trasladan a diferentes ámbitos:

  • Económico: a día de hoy, uno de los que resulta más convincente entre los usuarios. El alto precio de los carburantes y la escasez de componentes está disparando los precios de venta de los vehículos nuevos, lo que lleva a muchos usuarios a buscar alternativas más económicas. 
  • Medioambiental: si en vez de desechar todas las piezas de un coche cuando decides cambiarlo por otro, ese mismo vehículo se reacondiciona y se prepara para volver a ser utilizado, el beneficio medioambiental es máximo. De hecho, cada compra de vehículos de segunda mano supone un ahorro de 2.805 kg de CO2, 193 kg de plástico, más de 1.300 kg de acero y 128 kg de aluminio.
  • Tiempo: la compra de un vehículo de ocasión o reconvertido se realiza de manera mucho más rápida que la compra de un vehículo nuevo, suponiendo un ahorro de tiempo muy valioso.
  • Sentimental: si en lugar de desprenderte del vehículo al que tanto cariño tienes, consigues reutilizarlo y darle una segunda vida útil, no te verás obligado a despedirte de él. 

 

Cómo reacondicionar tu vehículo y convertirlo en ‘eco-friendly’

Existen diferentes alternativas para reacondicionar un vehículo, si bien hay una que, hoy en día, proporciona múltiples ventajas: la transformación a GLP o Autogas. Este proceso, que requiere una inversión aproximada de 1.500 euros, da como resultado un coche prácticamente nuevo, con una reducción significativa de emisiones y huella de carbono, que puede optar a la etiqueta ECO y que te permitirá ahorrar hasta un 50% en combustible

Cabe señalar que, mientras la gasolina y el diésel superan ya los 2 euros el litro, el GLP mantiene un precio de 1 € el litro, por lo que llenar el depósito de Autogas cuesta prácticamente la mitad que hacerlo con combustibles tradicionales. Además, la red de más de 700 puntos de suministro repartidos por toda España hace totalmente factible la posibilidad de circular con estos vehículos, consultando previamente qué estaciones de servicio disponen de un punto de recarga de Autogas.

Por último, es una alternativa que adquiere aún más fuerza en el marco de incertidumbre regulatoria que vivimos. La Unión Europea ha anunciado su intención de limitar la venta de vehículos de combustión durante la próxima década, como parte de su estrategia para alcanzar la neutralidad climática en 2050. Por tanto, reconvertir tu vehículo a GLP te permite darle una segunda vida útil que evapore la necesidad de gastarte más dinero en un vehículo nuevo, aunque sea de ocasión, hasta que se promuevan directrices más claras sobre la movilidad del futuro.