En la lucha por un futuro sostenible, la industria de la automoción y la movilidad han tenido que reinventarse rápidamente, buscando soluciones que reduzcan su impacto ambiental y diversifiquen las opciones energéticas. En este contexto, la movilidad multienergía emerge como una de las respuestas más prometedoras y por la que cada vez apuestan más marcas.

Pero, ¿qué entendemos por movilidad multienergía? Esta tendencia se basa en la creación y uso de vehículos que no solo dependan de una única fuente de energía, sino que puedan alternar o combinar diferentes energías para minimizar emisiones, adaptarse a las necesidades de cada usuario y contexto, y facilitar la transición hacia una movilidad más limpia y eficiente.

A lo largo de este artículo te explicamos más detalladamente en qué consiste este concepto y cómo puede cambiar el panorama de automoción y movilidad del futuro.

¿Qué es la movilidad multienergía?

La movilidad multienergía se refiere a la estrategia de ofrecer vehículos que puedan funcionar con diferentes fuentes de energía o que sean capaces de combinar varias tecnologías en un solo modelo. Por lo general, hablamos de modelos con motorización gasolina, híbrida y eléctrica, o incluso los de hidrógeno, que se suman a una nueva generación de opciones en desarrollo, como los eléctricos solares. 

Esta diversidad permite que, independientemente de los avances en infraestructuras o las condiciones geográficas, haya opciones de movilidad sostenibles y adecuadas para cada usuario.

Para las marcas, esta estrategia no solo se traduce en una respuesta a las demandas de un mercado cada vez más consciente de la sostenibilidad, sino que también representa una vía para acelerar la descarbonización en diferentes sectores y regiones. 

Hoy, fabricantes como Toyota, Hyundai, Renault, y Volvo, así como marcas nuevas como Jaecoo, entre otros, están invirtiendo en plataformas de vehículos multienergía, que integran varias tecnologías, desde el hidrógeno hasta el etanol, pasando por la electricidad y el gas natural comprimido (GNC).

Diversificación energética: hacia una movilidad sin barreras

Uno de los grandes retos para la adopción de vehículos eléctricos, que suelen representar la primera opción en movilidad limpia, es la falta de infraestructura de carga adecuada en muchas zonas, especialmente en áreas rurales o países en vías de desarrollo. Los vehículos multienergía pueden sortear estos problemas al ofrecer opciones híbridas o bi-combustible, que permiten alternar entre energías para cubrir mayores distancias sin depender de puntos de recarga.

Además, la movilidad multienergía permite una reducción notable en la dependencia de energías fósiles al abrir el abanico de posibilidades hacia el uso de combustibles sostenibles y cero emisiones, como el hidrógeno verde y los biocombustibles avanzados. 

Este enfoque resulta particularmente atractivo para flotas comerciales o para vehículos de transporte público, donde el uso de una única fuente de energía puede no ser la solución más práctica. En estos casos, un vehículo híbrido, por ejemplo, puede alternar entre electricidad para trayectos urbanos y combustible en rutas interurbanas de mayor distancia.

Avances en la reducción de emisiones: aceleradores hacia la descarbonización

La estrategia multienergía es uno de los motores clave para alcanzar los objetivos de descarbonización fijados por organismos internacionales, como los Acuerdos de París, y por gobiernos nacionales comprometidos con la reducción de emisiones de CO₂ y gases contaminantes. Al ofrecer varias opciones de energía en un mismo modelo, las marcas pueden acelerar el reemplazo de los vehículos de combustión fósil y reducir su impacto en el medio ambiente.

Cada tipo de energía tiene su propio papel en la lucha por la sostenibilidad. Mientras que el hidrógeno se perfila como una solución limpia para vehículos pesados de larga distancia, la electricidad ha demostrado ser una opción efectiva para la movilidad urbana. 

Sin embargo, combinar ambas tecnologías permite cubrir un espectro de usos mucho más amplio y rápido. Marcas como Hyundai, con su línea de vehículos de hidrógeno, y Renault, que apuesta por la combinación de electricidad y biocombustibles, están demostrando el valor de esta combinación tecnológica.

Un futuro más accesible y equitativo

Otra gran ventaja de la movilidad multienergía es que permite a los usuarios elegir la opción más acorde a sus posibilidades económicas, su acceso a infraestructura de recarga o a tipos de energía específicos, y su conciencia ambiental. Si bien el coste de algunos vehículos eléctricos sigue siendo elevado, los vehículos multienergía están pensados para reducir estos costes al no requerir una dependencia exclusiva de baterías de gran capacidad. En países con acceso a biocombustibles o redes de hidrógeno emergentes, la multienergía permitirá a los conductores sumarse a la movilidad sostenible sin incurrir en altos costes o limitaciones de infraestructura.

La llegada de modelos multienergía también contribuye a la creación de una cadena de valor sostenible en la industria de la automoción, generando empleos y nuevas oportunidades de inversión en infraestructuras energéticas. Desde las estaciones de recarga hasta la producción de hidrógeno verde, la movilidad multienergía impulsa el desarrollo económico en paralelo al cuidado ambiental.

En conclusión, la movilidad multienergía no solo facilita una transición rápida hacia una movilidad más limpia, sino que también refuerza el poder de elección del usuario, ofreciendo un abanico de opciones que se adaptan a distintas realidades y necesidades. Para fabricantes, gobiernos y consumidores, esta tendencia representa una oportunidad única de avanzar con paso firme en el camino hacia la descarbonización, derribando barreras y sumando fuerzas en una transición más justa, eficaz y global.

El compromiso de las marcas con la movilidad multienergía supone un cambio de paradigma, donde la sostenibilidad ya no se entiende como una única vía, sino como una red de opciones complementarias que garantizan que, en la movilidad del futuro, nadie quede atrás.